Monday, September 22, 2014

Por qué este blog

¿Por qué ahora, que hay miles de páginas sobre lo mismo?

¿Ahora, que el público está saturado de paginitas de los ochenta?

¿Ahora, que como aparezca otra tienda de decoración o segunda mano con la mención "vintage" incluida, cualquier persona de bien se va a liar a mordiscos...?

... ¿Por qué ahora, si esto está ya trillado y nunca me van a pagar por los banners?

Pues porque es ahora cuando me veo preparado para estructurar decentemente lo que quiero dejar aquí. Porque es ahora cuando he logrado una colección de colecciones medianamente digna de ser expuesta. Porque tras mucho esfuerzo, creo que todavía llego a tiempo para aportar algo que no he visto en la multitud de páginas -y libros- sobre el tema: un mínimo de rigor sobre el conjunto de colecciones de la década en que muchos fuimos niños y en que, salvo muy pocos, no pudimos hacernos con muchas de las cositas que nos hubieran gustado.

Hay muchas páginas y foros sobre coleccionismos concretos de la época -algunas excelentes por cierto, sobre todo en materia de Star Wars, madelman, Dunkin o Scalextric, inter alia-, pero el objetivo que me fijo con esta aventura es intentar aglutinar sistematizadamente algunas de las colecciones que más recordamos quienes fuimos niños en esa época, y ello de forma que cualquiera de mi generación que quiera buscar alguno de esos recuerdos sepa de dónde vienen, quien los produjo, donde se fabricaron y, muy importante, qué elementos conformaban cada colección concreta,pues de ello depende en gran medida la dificultad, de la posibilidad de completarla.

La verdadera Transición en España no se produjo en los años setenta, sino en los ochenta. La Movida, el asentamiento del pluralismo político, la absoluta convicción de que teníamos que integrarnos en Europa y su cultura... se dieron en los ochenta, la década de la mayor crisis (entendida sobre todo como "cambio") socioeconómica que ha vivido este país. Y por ello cada niño intentaba hacer una o dos colecciones, a lo sumo. Y así, de cuando en cuando caía un bollo de pastelería industrial; de cuando en cuando, un sobre de cromos para pegar en el album que nos acababan de regalar a la puerta del cole (y que sabíamos que nunca podríamos acabar...). Luego venían los Reyes Magos, con sus problemas de dislexia al leer nuestras cartas (los cuales se acentuaban proporcionalmente al precio del regalo). Y si a eso sumamos que solo se hace la primera comunión una vez, la manía de las mamás por tirar todo aquello no estrictamente necesario para la supervivencia y la fecha de caducidad de los juguetes, que pasaban en segunda mano a los primos...

Muy poco se ha podido salvar de aquella época, por contraposición a la cultura coleccionista anglosajona. Pero dicha dificultad, lejos de desanimar,se convierte para el coleccionista en un acicate especial, y convierte los objetos españoles en objetos de deseo por los coleccionistas extranjeros: basta ver los precios que alcanzan los blisters de figuras de "el imperio contraataca" de la casa Poch, los Masters del Universo españoles, la memorabilia de Tintin o las portadas originales del Capitan Trueno de Bernal para comprender que este coleccionismo se ha convertido en un hobby que, además de ser la mejor terapia contra el estrés, llega a ser una verdadera inversión.


Pero sobre todo renta porque la patria común es la infancia, y cuanto más crecemos, más necesitamos volver a ese espacio donde nos sentíamos seguros, donde nada podía pasarnos. Y no hay nada como revivir lo que nos hacía feliz, para sentirnos un poquito mejor. Si eso lo consigue este blog, el autor se sentirá más que feliz.

1 comment:

JuanRa Diablo said...

Felicidades por el blog y por la magnífica colección. Qué nostalgia he vivido!! Ha sido un placer la visita. Gracias!